MEAR DE PIE
Como bien sabéis vengo del país de Mannekenpis, o sea del niño que mea… La leyenda cuenta que el padre del niño, un rico burgués bruselense, estaba desesperado porque no encontraba a su hijo que era muy pillín y siempre se escapaba. Así que hizo la promesa de encargar una estatua al escultor Duquesnoy (un artista de lo más fashion en el siglo XVII, hasta le dedicaron una calle), recreando al niño tal y como le encontrarán. Habréis imaginado lo que estaba haciendo el chico… (aclaro; no se estaba haciendo unas pajillas como decía mi amiga Nadie, si el chico no tenía edad por dios).
La gente siempre se imagina que la dicha estatua es enorme pero en realidad el nene es de tamaño real, a saber tamaño niño de 2 años más o menos (tirando a bajito porque mide unos 50 cm., claro que en la época los niños no crecían a base de petit suisse y colocaos), vamos digo yo, que sino lo tuvieran que haber inmortalizado con pañales, total que los turistas le van buscando por toda la ciudad cuando lo más probable es que han pasado por delante ya varias veces… es que el niño está escondido en una esquinita… os lo digo por si tenéis intención de hacer turismo por Bruselas, que oye, es bien bonita… un poco aburrida pero bueno… Y vosotros pensaréis: “! Qué pesada la Cruela con su remanente agente de viajes!, ¿a dónde quiere ir a parar con eso del niño que mea?”… bueno pues eso fue por culpa de Dante…
Resulta que ayer nos fuimos de compra, mi E, Dante y yo… Dante odia el centro comercial al cual acudimos porque está lleno de boutiques para mujeres y las únicas para hombre son Springfields y Coronel Tapioca, y claro Dante jamás se vestiría de: “Jefe Boyscout haciendo la Ruta Quetzal o niño pijo vestido de un querer y no poder, dixit”… Así que a la tercera tienda se pone malo y empieza a refunfuñar, criticando todo lo que me pueda probar…y anima el ambiente del probador con frases tipo:
- Eso te hace gorda, bueno “te hace” es un decir porque guapa, el bronceado no es lo único que te trajiste de las vacaciones, qué pena que lo único que desaparece en dos días sea el moreno….
O bien
- Ese color es vomitivo, vaya horterada, quítate eso que parece una morcilla de Burgos empaquetada en papel Albal (era un precioso top color gris plateado)…
Así que, al final lo tuve que chillar
- Mira, alimaña rastrera, lo que te pasa es que te mueres de envidia, porque yo me puedo compras trapitos monos por 20€, es lo malo de ser hombre, aunque salido del armario, la moda femenina siempre será más mona que la de los hombres, así que o cambias de sexo o te aguantas
- Pero qué dices, yo soy homosexual pero hombre… jamás me cambiaría de sexo, los hombres nos conservábamos mucho mejor que vosotras… además, zorra ajada, que sepas que yo jamás renunciaría a mear de pie…
La verdad que esta salida me hizo reflexionar porque sí que es una ventaja… siempre pensé que eso de hacer sus necesidades urinarias de pie es el no va más…
Cuántas veces nos hemos visto nosotras, aprientando las piernas, doblándolas en ejercicio de Yoga avanzado, retorciéndonos cual contorsionista en una caja de zapatos, aguantando la fila del servicio de la discoteca…
Y cuando por fin, llega tu turno, te entra cierto temor pensando en los gérmenes que probablemente han creado un ecosistema en la tapa del water, así que malamente te agachas lo justo para poder orinar dentro sin tocar nada… con el consiguiente ruido a cataratas del Niagara… para luego salir de allí y aguantar la mirada de medio asco de las demás pacientes…
Y eso que servidora no es remilgada, así que nunca puse impedimento en orinar en plena naturaleza… recuerdo incluso algún que otro bochorno relacionado con ello… como la vez que después de haber recorrido en la oscuridad una distancia que me parecía km para encontrar un sitio discreto, la Véro y yo encontramos un recoveco perfecto al fondo de un callejón. Resultó ser un garaje, lo descubrimos cuando nos cegaron los potentes faros del Renault 5 de la dueña… en plena faena… todavía resuenan en mis oídos los insultos que nos dedicó la mujer al bajarse del coche… “cochinas, id a vuestra casa, guarras… drogadictas”
Eso sí le hice frente, me levanté y le grité algo como “Cállate, vieja chocha. Que sino te pincho con la jeringuilla y te contagio el SIDA” y luego nos fuimos corriendo como dos fugitivas… Lo que hacen la juventud y el alcohol… bref…
La postura que nosotras las mujeres tenemos que adoptar para hacer nuestras necesidades fisiológicas a la par de incómoda porque nos obliga a estar casi sentada, es totalmente bochornosa, mirad sino la la jeannekenpis (la hermanita del mannekenpis que crearon para hacer manitas con él), no me digáis que no… el niño sale mono, angelical con su rizos de querubín pero la niña es casi una incitación a la pedofilia (o es que a caso tengo la mirada sucia de un Serrano)… así toda abierta… jo si fuese alcaldesa de Bruselas la retiraría por solidaridad con el genéro femenino…
No es justo, mientras los chicos pueden sacarse el aparato en plan discreto y pegarse a la pared, nosotras tenemos que remangarnos la falta hasta el cuello, bajarnos las bragas y en un ejercicio de equilibrismo digno de Pinito del Oro, intentar hacerlo lo más corto posible sin caer… y no os cuento si se lleva pantalones… compromete el equilibrio todavía más si cabe, al tener las piernas inmovilizadas…
En fin que por una vez, le daré razón a Dante, yo soy mujer y me encanta serlo, no me cambiaría de sexo por nada, menos por unos momentos… sólo quiero poder mear de pie…
PD: Hola Pandora… por fin de vuelta… Lina, la respuesta a tu comentario del post anterior está en otro comentario del post anterior… así de fácil
PD fijaros qué casualidad justo en el momento de actualizar leí una noticia sobre el Mannekenpis...
http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/manneken_pis_orina_problemas_jornada_1849958.htm
Así que, alá chicos todos al urólogo...
Feliz fin de semana
